El Partido Socialista (PS), es un partido político argentino fundado el 28 de junio de 1896. El PS defiende posiciones de centro-izquierda e internacionalmente está afiliado a la Internacional Socialista.
Entre las personalidades históricas más importantes del partido destacan Alfredo Palacios, el primer diputado socialista de América Latina (1904), Juan B. Justo, fundador del partido, diputado (1912) y senador (1924), Guillermo Estévez Boero, iniciador del MNR (1960) y PSP (1972), diputado (1987-fallecimiento), Hermes Binner, primer gobernador socialista de Argentina (Provincia de Santa Fe, 2007), diputado (2005-2007). El presidente del PS es Rubén Giustiniani, Senador por Santa Fe (2003), quien fue candidato a vicepresidente en la fórmula de la alianza PS-Coalición Cívica, la cual fue la primer minoría con 4.401.953 votos, lo que representa el 23,04% del total.[1]
Historia
Antecedentes
Finalizando el siglo XIX, en Argentina se desarrollaron distintas instituciones de ideología socialista, propulsadas principalmente por inmigrantes europeos. Entre éstas se encontraban clubes, grupos, centros y sindicatos. Finalmente, varias de estas confluirían en 1896 en el que intentaría ser uno de los primeros partidos políticos modernos del país.
El 1 de enero de 1881 se fundó el el Club Vorwärts (Adelante) o Verein Vorwärts (Unión Adelante), primer grupo socialista en la Argentina, integrado inicialmente por trece inmigrantes alemanes, y en el que luego se destacó Germán Avé Lallemant.[2]
El 5 de enero de 1891, un grupo de socialistas franceses fundó el Les Egaux (Los Iguales), como centro de identidad socialista.[3]
En 1892, los trabajadores integrantes de la "Sección Varia" de la disuelta primera federación obrera, se constituyó primero como Agrupación Socialista, defiéndose el 14 de diciembre, como Partido Obrero Sección Buenos Aires.
Dos años después, el 4 de julio de 1894 este nucleo abrió un local en la calle Chile 959, denominándose Centro Socialista Obrero. En ese local funcionaría por muchos años la sede del PS.[4] Entre otros miembros se encontraban el escritor Roberto Payró, los pintores Eduardo Schiaffino y Ernesto de la Cárcova, y el médico Juan B. Justo.[5]
En 1894, Juan B. Justo fundó el periódico socialista La Vanguardia y un grupo de italianos fundó el centro socialista Fascio dei Lavoratori (Haz de los Trabajadores), adherido al Partido Socialista Italiano.[5]
El 1 de mayo, tres centros socialistas (Les Egaux, Fascio del Lavoratori y Agrupación Socialista) publican en La Vanguardia el Programa del Partido Socialista Obrero Internacional.
El 7 de diciembre se creó el Centro Socialista Universitario, integrado entre otros por José Ingenieros y Ángel M. Giménez.[5]
Simultáneamente, el Centro Socialista Obrero abrió centros socialistas revolucionarios en Barracas, Balvanera (entre quienes estaba el químico paraguayo Ovidio Rebaudi), Córdoba (en el que participaba Leopoldo Lugones), Tucumán, Quilmes, Tolosa y Bahía Blanca.[5]
Fundación
A fines de abril de 1894, tres de los cuatro grupos socialista más activos, Les Egaux, Fascio dei Lavoratori y la Agrupación Socialista, se reunieron para confederarse y formar el Partido Socialista Obrero Internacional (PSOI).[6] El Club Vorwärts también fue invitado, pero rehusó integrarse argumentando que mientras los inmigrantes no pudieran votar carecía de sentido formar un partido para actuar en la vida política de la Argentina.[6] De todos modos el Club Vorwärts se integró al partido pocos meses después, al igual que el Centro Socialista Universitario.[6]
El nuevo partido estableció un programa -redactado por Esteban Jimenez-, reproduciendo con algunas modificaciones los programas de los partidos socialistas europeos y estadounidense, y que desde ese momento serviría de base sustancial para los programas del socialismo argentino.[6] Básicamente el programa establecía:[6]
Legislación directa del pueblo: derecho de iniciativa y referéndum; revocación de mandatos; supresión de la presidencia; supresión del senado; gobierno por un cuerpo ejecutivo colegiado elegido por la Cámara de diputados; representación de las minorías; naturalización de los extranjeros; justicia gratuita; juicio por jurados; abolición de la pena de muerte; supresión del ejército y armamente del pueblo; separación de la iglesia y el Estado; autonomía municipal.
Jornada de trabajo de 8 horas, y de 6 horas para menores entre 14 y 16 años; prohibición del trabajo nocturno, salvo que sea indispensable para el bienestar general; descanso de un día semanal; salario mínimo vital; igual salario para hombres y mujeres; tribunales paritarios; responsabilidad patronal en los accidentes de trabajo; comisiones obreras para inspeccionar talleres; escuelas gratuitas profesionales y secundarias.
Educación laica, obligatoria y gratuita hasta los 14 años.
Anulación de las privatizaciones; abolición de los impuestos indirectos y establecimiento de los impuestos sobre la renta y la herencia; abolición del presupuesto clerical y confiscación de sus bienes; abolición de la deuda pública.
En 1895, a propuesta del grupo Les Egaux, se aprobó una carta orgánica y se eligió un Comité Central de quince miembros (tres por cada grupo), cuyo primer secretario general fue José Ingenieros.[6] Poco después, el 13 de octubre de ese año, se reunió la primera Convención del partido, que resolvió modificar el nombre por el de Partido Socialista Obrero Argentino (PSOA).[5]
El 8 de marzo de 1896 el PSOA se presentó por primera vez a elecciones en Buenos Aires, con una lista de parlamentarios integrada por Juan B. Justo, Adrián Patroni, Juan Scheafer, Germán Ave Lalleman y Gabriel Abad, obteniendo 138 votos, en una elección escandalosa y abiertamente fraudulenta, como era la característica de un régimen electoral basado en el voto cantado.[7]
El 28 y 29 de junio de 1896 se realizó por primera vez un Congreso, llevado adelante en el Club Vorwärts en Buenos Aires, ubicado en la calle Rincón 1141. Es considerado como el congreso constituyente o fundador del Partido Socialista de Argentina.[8]
El Congreso reunió a los representantes de 19 centros socialistas y 16 asociaciones sindicales:[9]
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El congreso confirmó el nombre de "Partido Socialista Obrero Argentino" (PSOA) -nombre que a principios del siglo XX se simplificaría sólo como "Partido Socialista" (PS)-, y aprobó también la Declaración de Principios, el Programa Mínomo y los Estatutos del partido. La Declaración de Principios venía siendo redactada por Juan B. Justo desde varios años antes y fue consultada incluso con Federico Engels, compañero de Carlos Marx.
El Partido Socialista, representado por sus delegados reunidos en Congreso, afirma:
Que la clase trabajadora es oprimida y explotada por la clase capitalista gobernante.
Que ésta dueña, como es de los medios de producción, y disponiendo de todas las fuerzas del Estado para defender sus privilegios, se apropia la mayor parte de lo que producen los trabajadores y les deja sólo lo que necesitan para seguir sirviendo en la producción.
Que por eso, mientras una minoría de parásitos vive en el lujo y la holgazanería, los que trabajan están siempre en la inseguridad y en la escasez, y muy comúnmente en la miseria.
Que en la República Argentina, a pesar de la gran extensión de tierra inexplotada, la apropiación individual de todo el suelo del país ha establecido de lleno las condiciones de la sociedad capitalista.
Que estas condiciones están agravadas por la ineptitud y rapacidad de la clase rica, y por la ignorancia del pueblo.
Que la clase rica, mientras conserve su libertad de acción, no hará sino explotar cada día más a los trabajadores, en lo que la ayudan la aplicación de las máquinas y la concentración de la riqueza.
Que, por consiguiente, o la clase obrera permanece inerte y es cada día más esclavizada, o se levanta para defender desde ya sus intereses inmediatos y preparar su emancipación del yugo capitalista.
Que no sólo la existencia material de la clase trabajadora exige que ella entre en acción, sino también los altos principios de derecho y justicia, incompatibles con el actual orden de cosas.
Que la libertad económica, base de toda otra libertad, no será alcanzada mientras que los trabajadores no sean dueños de los medios de producción.
Que la evolución económica determina la formación de organismos de producción y de cambio cada vez más grandes, en que grandes masas de trabajadores se habitúan a la división del trabajo y la cooperación.
Que así, al mismo tiempo que se aleja para los trabajadores toda posibilidad de propiedad privada de sus medios de trabajo, se forman los elementos materiales y las ideas necesarias para substituir al actual régimen capitalista con una sociedad en que la propiedad de los medios de producción sea colectiva o social, en que cada uno sea dueño del producto de su trabajo, y a la anarquía económica y al bajo egoísmo de la actualidad sucedan una organización científica de la producción y una elevada moral social.
Que esta revolución, resistida por la clase privilegiada, puede ser llevada a cabo por la fuerza del proletariado organizado.
Que mientras la burguesía respete los actuales derechos políticos y los amplíe por medio del sufragio universal, el uso de estos derechos y la organización de resistencia de la clase trabajadora serán los medios de agitación, propaganda y mejoramiento que servirán para preparar esa fuerza.[10]
El último párrafo, referido a la eventualidad de organizar o participar en una revolución generó varios debates internos, siendo suprimido primero y reemplazado después por otro texto que, sin adherir expresamente al uso de la violencia y las armas, daba a entender que las mismas podían resultar aceptables en ciertas condiciones, al utilizar la expresión "sin excluir en el último caso todo otro medio de acción que las circunstancias le aconsejen".[11]
El programa tomó en los sustancial el establecido en 1894, con varias precisiones, como el descanso semanal de 36 horas, la creación del fuero laboral; voto secreto y universal; así como la exclusión de varios de los puntos más radicales, como armar al pueblo, confiscar los bienes de la Iglesia, y abolir la deuda pública, o que requerían una reforma constitucional, como la supresión de la presidencia y el senado y el establecimiento de un sistema parlamentarista.[8]
Primeros años
El Partido Socialista buscó organizarse como el primer partido moderno de la Argentina, presentándose a sí mismo como la antítesis de lo que denominaba la "política criolla", encarnada en los conservadores y radicales de la UCR. Incluyó por primera vez la cuestión de la justicia social en la política argentina, llevando a la fundación del derecho del trabajo argentino. Impulsó la nacionalización de los inmigrantes con el fin de que adquirieran el derecho a votar.
En esos primeros años el PS actuaría a través del periódico La Vanguardia y de una serie de organizaciones sociales que fue creando como la Sociedad Obrera de Socorros Mutuos, en 1898, la Sociedad Luz, en 1899, y la Cooperativa El Hogar Obrero en 1905.[8]
El PS y sus afiliados otorgaron prioridad a la organización y dirección de los sindicatos, vinculando estrechamente la acción política y sindical. De esta manera socialistas y anarquistas se constituyeron en las dos corrientes mayoritarias del sindicalismo argentino. A principios de siglo XX, las confrontaciones entre socialistas y anarquistas sobre el mejor modo de organizar a los trabajadores, dificultó la actuación unitaria de los sindicatos, y llevó a la aparición de una tercera corriente sindical, desprendida del PS, que adoptó las ideas del sindicalismo revolucionario.
Las ideas políticas sostenidas por el PS se insertaban dentro de la línea de la búsqueda de establecer una sociedad socialista por vía democrática. Ello no impedía que las ideas de Carlos Marx tuvieran gran importancia en el PS, habiendo sido Juan B. Justo el primero en traducir al español su famoso libro maestro, El Capital, en tanto que la Declaración de Principios fue revisada por Federico Engels poco antes de morir.[12]
Entre los socialistas argentinos también fueron importantes las ideas del positivismo, a la que adhirieron claramente líderes como el propio Justo o José Ingenieros. Otros dirigentes, como Alfredo Palacios, el propio José Ingenieros y más adelante Manuel Ugarte y Mario Bravo, introdujeron el pensamiento nacionalista, latinoamericanista y antiimperialista; por su parte Enrique Del Valle Iberlucea, aportó un enfoque internacionalista; mientras que Alicia Moreau de Justo y otras dirigentes socialistas, le imprimieron contenidos feministas. El cooperativismo también fue un pensamiento muy presente en el PS desde su inicio, habiendo desempeñado un papel muy importante en la organización del movimiento cooperativista en la Argentina.
El Partido Autonomista Nacional (PAN) o roquismo, salvo excepciones,[13] consideró que los socialistas, al igual que los anarquistas y sindicalistas, constituían una amenaza social, y desde principios de siglo XX, llevó adelante una política de represión, muchas veces con resultados fatales. La política represiva tuvo su eje en la Ley Nº 4144 del 23 de noviembre de 1902, propuesta por la Unión Industrial Argentina y proyectada por el senador Miguel Cané, a la que se denominó "Ley de residencia", que permitía expulsar inmigrantes arbitrariamente, sin derecho a juicio. La Ley de Residencia fue completada más tarde con la Ley Nº 7029, denominada "Ley de Defensa Social".[5]
1903-1930: del primer representante al golpe de 1930 [editar]
En 1903 el PS obtuvo la elección de su primer representante, y al mismo tiempo el primer socialista de América en obtener un cargo representativo, al ser elegido Agustín Reynes como concejal en el Concejo Deliberante del municipio de San Nicolás, una ciudad mediana ubicada a 200 km de Buenos Aires.
Al año siguiente, en las elecciones del 13 de marzo de 1904, para renovar la Cámara de Diputados de la Nación, se aplicó el sistema electoral uninominal por circunscripciones, en las que fue elegido diputado nacional por La Boca el joven abogado Alfredo Palacios, quien se convirtió en el primer diputado socialista de América.
En el 7º Congreso de 1906, un grupo de sindicalistas, con el apoyo del secretario general Aquiles S. Lorenzo y entre quienes se encontraban militantes como Gabriela L. de Coni y Julio Arriaga, se separó del partido para dar origen a la corriente sindicalista revolucionaria, que tendría un importante desarrollo en el movimiento obrero argentino hasta 1945. Los sindicalistas revolucionarios cuestionaban la política del partido de formar sindicatos y una central de tendencia socialista (la UGT), sosteniendo que los sindicatos debían ser organizaciones unitarias de los trabajadores de todas las tendencias.[14]
En 1913, después de la aplicación de la Ley Sáenz Peña de voto secreto sancionada del año anterior, el Partido Socialista obtuvo cinco representantes en el Congreso de la Nación: Juan B. Justo, Alfredo Palacios, Mario Bravo, y Nicolás Repetto en la Cámara de Diputados, y Enrique Del Valle Iberlucea en la Cámara de Senadores.
En 1915 el PS expulsó al diputado Alfredo Palacios, debido a que se había batido a duelo, una tradicional costumbre argentina, prohibida por el estatuto interno del PS; Palacios regresaría en octubre de 1930.
Desde que el Partido Socialista se constituyó como agrupación política, sostiene dos programas: el "mínimo" y el "máximo". El primero de ellos es esencialmente reformista, mientras que el segundo expresaba el contenido revolucionario inspirado en Carlos Marx..No obstante, en el seno del partido, se inició un movimiento que se situó a la izquierda de la diligencia, reivindicando los postulados marxistas en contraposición con la conducción que adhería a las teorías de Bernstein (Social Democracia).
Este grupo tenía su base en el Centro de Estudios Carlos Marx, quien desde 1912 se opuso a los reformistas, iniciando una campaña de afirmación revolucionaria. Con ese fin publicó un periódico denominado "Palabra Socialista", desde donde se fustigó a las posiciones revisionistas. La guerra mundial de 1914-1918 contribuyó a profundizar esta división de hondas raíces ideológicas. El grupo más marxista, sostenía que la Guerra Mundial era de carácter interimperlaiista, y tenía como objetivo una redistribución colonial del mundo, mientras que la dirección del partido negaba que el conflicto tuviera características imperialistas, y expresaba sus simpatías por Francia y Gran Bretaña.
Esta lucha interna, que ponía cada vez mayor distancia entre los sectores antagónicos, hizo crisis en el Congreso Extraordinario realizado los días 28 y 29 de abril de 1917 en el Salón Verdí. con el objetivo de definir la posición del partido con respecto a la guerra mundial.
La izquierda marxista levantó la bandera del Internacionalismo proletario y revolucionario, y la lucha contra la guerra, proclamando el pacifismo. Al poco tiempo decidieron formar el Partido Socialista Internacional, entre cuyos primeros miembros se encontraban: Victorio Codovilla, Rodolfo Schmidt, José F. Grosso, Carlos Pasceil, José F. Penelón, Juan Greco, Juan Ferliní, Rodolfo Ghioldi, Aldo Cantoní, Emilio González Mellén, Augusto Khun, etc. La evolución posterior de esta nueva agrupación desembocó en la formación del Partido Comunista (Se ha sostenido reiteradamente que la división socialista de 1917 responde a la influencia de la Revolución Rusa, y a las diferencias en el método para la conquista del poder)
La década de 1920 marcó la consolidación de un sector dentro del partido que propugnaba una convergencia con los conservadores. Este grupo se colocó a la derecha de la conducción socialista, y pese a sostener el mismo programa "mínimo" del partido tradicional, en la práctica sus puntos de vista no se diferenciaban del pensamiento conservador.
Sus inspiradores principales fueron Antonio de Tomaso y Federico Pinedo, quienes produjeron la división en 1927 fundando el Partido Socialista independiente en 1928. La nueva agrupación atrajo de inmediato el apoyo de la prensa y del antiyrigoyenismo de la Capital Federal, lo que le procuró el triunfo electoral sobre el socialismo tradicional y los radicales. En 1931 integraron la Concordancia, junto a los conservadores y radicales antipersonalistas, que sostuvo la fórmula Agustín P. Justo y Julio A. Roca (h) y se impuso por medio del fraude en las elecciones del 8de noviembre. Antonio de Tomaso se convirtió en el flamante ministro de Agricultura del presidente Justo. Más adelante, Federico Pinedo, ocupó la cartera de Hacienda. Después de las elecciones de 1931, los socialistas independientes desaparecieron como partido y sus miembros quedaron integrados con el régimen gobernante.
La década infame (1930-1943) [editar]
Durante la década del '30 se destacaron algunos parlamentarios socialistas, que como Alfredo Palacios desarrollaron una acción eficaz en el Congreso de la Nación. Sin embargo las divisiones que sufrió el partido a lo largo de sus primeros cuarenta. años, le hicieron perder la posibilidad de constituirse en la vanguardia de la clase obrera, sobre todo de la que a fines de la década del 30 afluía a Bs. As. desde el interior. Esta situación fue comprendida por un grupo cada vez más numeroso de afiliados, que comenzó a evolucionar hacia posiciones más izquierdistas.
Este movimiento se fue solidificando en Capital Federal, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos y San Juan. Pero, aunque el nuevo giro hacia la izquierda aglutinó el descontento que existía en las filas socialistas frente al conformismo de la conducción, no logró formar un movimiento homogéneo que respondiera a concepciones bien definidas. No obstante, en el Congreso realizado en Santa Fe en abril de 1934, este sector demostró su combatividad, y aunque no se impuso, logró casi el cuarenta por ciento de los votos a favor de su posición.
Este Congreso determinó una nueva división y la formación del Partido Socialista Obrero, el que comenzó su actuación a principios de la segunda mitad de la década del '30. Pero la falta de homogeneidad, señalada más arriba, hizo que en la nueva agrupación se presentaran diversidad de criterios. Mientras que en algunas provincias como Mendoza, los socialistas obreros trabajaban en colaboración con los comunistas, en otras adoptaron posiciones resueltamente anticomunistas.
Estas diferencias determinaron que el nuevo partido se disolviera a principios de los años 40, y sus miembros se integraran a las filas comunistas en algunos casos, y en otros, reingresaran al Partido Socialista.
En el proceso previo a las elecciones generales de 1946, algunos dirigentes obreros de extracción socialista se agruparon alrededor de Perón, y le ayudaron. a formar el movimiento que lo llevó al poder en las elecciones del 24 de febrero. En esta oportunidad el Partido Socialista integró la Unión Democrática, junto con los radicales, los comunistas y la democracia progresista.
Durante los primeros gobiernos peronistas, muchos grupos de izquierda sostuvieron que la base del justicialismo era ampliamente popular, y por lo tanto no se lo podía enfrentar, sino que se debía realizar una apertura hacia él y ubicarse en un apoyo critico. En esta posición se ubicaron algunos sectores del trotskismo y de la izquierda Independiente. Esta misma concepción fue sostenida por un dirigente tradicional del Partido Socialista, Enrique Dickman, quien en 1952, al no poder orientar a la agrupación en esa línea, formó el Partido Socialista de la Revolución Nacional (PSRN) que fue integrado por algunos militantes tradicionales, y recibió apoyo de la izquierda independiente.
Desde su fundación, siempre existió en el Partido Socialista un ala izquierda que pretendió ubicarlo más cerca del programa "máximo" que alguna vez se formuló, y también siempre existió una línea más moderada. Esta situación se exteriorizó en 1958, cuando se enfrentaron ambos grupos,: Alfredo Palacios, José Luis Romero, Ramón A. Mufliz, Carlos Sánchez Víamonte, Abel A. Lathendorff, David Tieffenberg, Alicia Moreau de Justo y Emilio Carreira. Y el sector más moderado en el que se ubicaron Juan Antonio Solarí, Américo Ghioidi, Nicolás Repetto, Jacinto Oddone y Teodoro Bronziní, entre otros.
En el Congreso celebrado en Rosario en 1958, se produjo la división del partido, conservando las dos nuevas agrupaciones el nombre Socialista, diferenciándose en que el ala izquierda funcionó con el agregado de "Secretaria Muñiz" mientras que el ala derecha usaba el de "Secretaria Solari". Más tarde, la Secretaria "Muñiz" adoptó el nombre de Partido Socialista Argentino, en tanto que la Secretaria "Solari" pasó a llamarse Partido Socialista Democrático.
Después de las elecciones parciales de 1961, en las que Alfredo L. Palacios fue elegido Senador Nacional por la Capital Federal, un grupo que evolucionó aún más hacia la izquierda, formó el Partido Socialista de Vanguardia, que luego se denominó Vanguardia Comunista, agrupación que se disgregó posteriormente, pasando algunos de sus miembros a integrar el Partido Comunista, y otros el peronismo de izquierda.
En las elecciones generales de 1973, un grupo de afiliados del socialismo argentino constituyó el Movimiento Socialista de Liberarión Nacional, que apoyó al FREJULI. Posteriormente, surgió una nueva división de este último movimiento, el Partido Socialista Unificado, cuya secretaria general ejerció Simón Lazara.
El Socialismo Argentino, tuvo que suprimir el aditamento "Argentino" por prohibición de la ley 19.102, y en las elecciones de 1973 se presentó con el nombre de Partido Socialista de los Trabajadores, con la fórmula Juan Carlos Coral-Nora Ciaponi, que obtuvo 73.796 votos; El Partido Socialista Democrático Sostuvo la fórmula Américo Ghioldi-René Balestra que logró 109.068 sufragios.
Después de las elecciones de 1973, un grupo de dirigentes, formó la Confederación Socialista, en la que milito Alicia Moreau de Justo y que tenia como objetivo reunificar a las distintas ramas del socialismo.
Con el advenimiento de la democrática, el único partido heredero del viejo tronco socialista que logro reconstruirse en el orden nacional fue el Partido Socialista Democrático. Las nuevas generaciones de este, impulsaron un amplio debate interno que culmino en 1985 con la reforma de su carta Orgánica, permitiendo institucionalmente la conformación de Agrupaciones internas dentro del Partido Socialista Democrático, y la representación proporcionar en todos los cargos directivos y electivos. Esta Practica permitió que los grupos socialistas dispersos, pudieran reincorporarse en el PSD, como fue el caso de la Confederación Socialista que lideraba Alicia Moreau de Justo, y otros grupos del antiguo socialismo argentino.
El peronismo (1943-1955)
Durante el gobierno peronista (1945-1955) el socialismo sufrió un retroceso histórico. Por un lado parte del ideario socialista fue tomado por Perón para organizar su movimiento, al que adhirieron la mayoría de los trabajadores. Por otro lado, el Partido Socialista adoptó una clara posición opositora al peronismo desde sus orígenes y formó parte en 1945 de la alianza antiperonista Unión Democrática, que contaba con el apoyo de las clases medias y altas y del embajador norteamericano en Argentina. Adicionalmente muchos dirigentes sindicales socialistas se sumaron a las filas del peronismo, como Ángel Borlenghi, quien fuera secretario general de la CGT socialista y llegará a ser el segundo hombre en importancia del gobierno peronista. Finalmente, la mayoría de los dirigentes sindicales socialistas contrarios al peronismo, fueron desplazados de los sindicatos, debido al creciente surgimiento del peronismo.
División y decadencia (1955-1976)
En la "Revolución Libertadora" (1955-1958), denominación del régimen militar que derrocó al gobierno peronista, el Partido Socialista estuvo representado en la Junta Consultiva por Alicia Moreau de Justo, Américo Ghioldi, Ramón Muñiz y Nicolás Repetto, junto a representantes de otros partidos políticos. Este hecho produjo un quiebre debido al rechazo de una parte de los dirigentes socialistas, con Alfredo Bravo a la cabeza, opuestos a colaborar con un gobierno de facto. En 1958 el Partido Socialista se divide en dos: el Partido Socialista Argentino (PSA), con una orientación más izquierdista, y el Partido Socialista Democrático (PSD) con una posición marcadamente antiperonista.
En la década de 1960 sectores castristas y trotskistas se separaron del PSA; algunos se sumaron al peronismo revolucionario y otros terminaron fundando los primeros partidos trotskistas. En 1963, un grupo de dirigentes estudiantiles entre los que se encontraban Guillermo Estévez Boero y Marcos Rosa, fundaron el Movimiento Nacional Reformista (MNR), que luego se convertirá en el brazo universitario del socialismo Popular, y que a partir de entonces será una de las grandes organizaciones estudiantiles de Argentina dirigiendo la poderosa FUA (Federación Universitaria Argentina) en reiteradas oportunidades. En 1960 Alfredo Palacios (PSA) es elegido Senador Nacional por la Ciudad de Buenos Aires y en 1963 Diputado Nacional. Luego de su muerte en 1965 no volverá a ser elegido ningún parlamentario socialista hasta 1987.
En 1971 el MNR llega por primera vez a conducir la FUA, situación que se reiterará en varias oportunidades en durante las siguientes décadas. En 1972 el PSA se fusiona con el MAPA dirigido por Guillermo Estévez Boero, y otros grupos socialistas, para fundar el Partido Socialista Popular.
Las décadas de 1970 y 1980 vieron a un socialismo dividido y débil.
El Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983)
Durante la dictadura de 1976-1983, comúnmente llamada "el proceso", el PSP mantiene una actitud opositora al régimen, en tanto que la conducción del PSD mantuvo una posición de apoyo a la dictadura militar, siendo su secretario general, Américo Ghioldi, embajador en Portugal.
Del alfonsinismo a La Alianza (1983-2001)
En 1983 el doctor Aldo Luis Arrighi (PSD) gana las elecciones municipales en la ciudad bonaerense de Zárate y se queda con la intendencia hasta 1995. La gestión de Arrighi logrará grandes cambios que fueron significativos hasta estos tiempos. En el 2007, después de 12 años sin gobernar, el socialismo retorna al gobierno de la mano de Osvaldo Cáffaro, un maestro mayor de obras que fue funcionario en la gestion de Arrighi.
En 1987 Guillermo Estévez Boero (PSP) es elegido diputado nacional por Santa Fe, constituyéndose en el primer parlamantario socialista después de la muerte de Alfredo Palacios en 1965.
En 1989 el PSP gana la segunda ciudad del país, Rosario, y la gobernará ininterrumpidamente desde entonces a través de los intendentes Héctor Cavallero (1989-1995), Hermes Binner (1995-2003) y Miguel Lifschitz (2003-2011).
La ultima división del Partido Socialista Popular, fue en 1995 cuando una parte importante de este partido encabezados por el Intendente Héctor Cavallero, decidió su alianza con el entonces presidente Carlos Saúl Menem (PJ).Presidente este, que dispuso los indultos para los militares culpables del mayor genocidio que recuerde la República Argentina.
Con la vuelta a la democracia, el PSD y el PSP confluyeron en varias de las alianzas de centroizquierda que se sucedieron: con el Partido Intransigente, el Frente Grande, el Frepaso y por último, la Alianza. Estas alianzas acercaron a ambos partidos y, una vez descartado el método aliancista, los convencieron de un desarrollo autónomo.
Reunificación
Esto se verificó en 2002 cuando ambos partidos (el PSD y el PSP) se fusionaron en el actual Partido Socialista. Sin formar parte de la fusión, se mantuvo autónomo el Partido Socialista Auténtico, integrando el Proyecto Sur, liderado por el cineasta Fernando "Pino" Solanas.
En la actualidad el Partido Socialista ocupa un lugar relevante en la provincia de Santa Fe, tercer distrito electoral del país, donde gobierna desde 1989 la ciudad de Rosario. En el nivel nacional cuenta con escasos pero creciente número de diputados.
En las elecciones legislativas de 2005 el PS, integrando la alianza con la Unión Civica Radical, el Partido Comunista, y el PDP, (el Frente Progresista, Cívico y Social) ganó en el distrito de Santa Fe, promoviendo a Hermes Binner, ex intendente de Rosario.
En las elecciones provinciales de Santa Fe de 2007, Binner llega a la Gobernación como candidato del Frente Progresista, Cívico y Social, incorporando al mismo al ARI, al vencer al oficialista Rafael Bielsa, poniendo fin a 24 años de gobernadores justicialistas en la provincia. De esta manera, Hermes Binner se convierte en el primer gobernador socialista de la República Argentina.
En las elecciones Nacionales de Octubre de 2007 el Partido Socialista de la Provincia de Entre Ríos, logra colocar por primera vez en su historia a un diputado en el Congreso Nacional: el Ing. Lisandro Viale.
Con un escenario dividido entre dos candidatos justicialistas (Omar Bernues - iba por la reeleccion- y Abel Furlan), el socialista Osvaldo Cáffaro encabezó un frente de oposicion compuesto por el ARI y la UCR llamado Acuerdo Cívico Social que triunfó el 28 de octubre de 2007 contra todos los pronósticos y sin aparato clientelista obteniendo la comuna de Zárate.
Tras la intervención de la capital de la provincia de La Pampa, Santa Rosa, se realizaron elecciones para intendente y concejales el 31 de agosto de 2008. La lista ganadora fue un frente entre radicales y socialista, resultando intendente electo Francisco Torroba (UCR) y viceintendente Guillermo Di Liscia (PS) quien presidirá el nuevo cuerpo del concejo deliberante.
Entre las personalidades históricas más importantes del partido destacan Alfredo Palacios, el primer diputado socialista de América Latina (1904), Juan B. Justo, fundador del partido, diputado (1912) y senador (1924), Guillermo Estévez Boero, iniciador del MNR (1960) y PSP (1972), diputado (1987-fallecimiento), Hermes Binner, primer gobernador socialista de Argentina (Provincia de Santa Fe, 2007), diputado (2005-2007). El presidente del PS es Rubén Giustiniani, Senador por Santa Fe (2003), quien fue candidato a vicepresidente en la fórmula de la alianza PS-Coalición Cívica, la cual fue la primer minoría con 4.401.953 votos, lo que representa el 23,04% del total.[1]
Historia
Antecedentes
Finalizando el siglo XIX, en Argentina se desarrollaron distintas instituciones de ideología socialista, propulsadas principalmente por inmigrantes europeos. Entre éstas se encontraban clubes, grupos, centros y sindicatos. Finalmente, varias de estas confluirían en 1896 en el que intentaría ser uno de los primeros partidos políticos modernos del país.
El 1 de enero de 1881 se fundó el el Club Vorwärts (Adelante) o Verein Vorwärts (Unión Adelante), primer grupo socialista en la Argentina, integrado inicialmente por trece inmigrantes alemanes, y en el que luego se destacó Germán Avé Lallemant.[2]
El 5 de enero de 1891, un grupo de socialistas franceses fundó el Les Egaux (Los Iguales), como centro de identidad socialista.[3]
En 1892, los trabajadores integrantes de la "Sección Varia" de la disuelta primera federación obrera, se constituyó primero como Agrupación Socialista, defiéndose el 14 de diciembre, como Partido Obrero Sección Buenos Aires.
Dos años después, el 4 de julio de 1894 este nucleo abrió un local en la calle Chile 959, denominándose Centro Socialista Obrero. En ese local funcionaría por muchos años la sede del PS.[4] Entre otros miembros se encontraban el escritor Roberto Payró, los pintores Eduardo Schiaffino y Ernesto de la Cárcova, y el médico Juan B. Justo.[5]
En 1894, Juan B. Justo fundó el periódico socialista La Vanguardia y un grupo de italianos fundó el centro socialista Fascio dei Lavoratori (Haz de los Trabajadores), adherido al Partido Socialista Italiano.[5]
El 1 de mayo, tres centros socialistas (Les Egaux, Fascio del Lavoratori y Agrupación Socialista) publican en La Vanguardia el Programa del Partido Socialista Obrero Internacional.
El 7 de diciembre se creó el Centro Socialista Universitario, integrado entre otros por José Ingenieros y Ángel M. Giménez.[5]
Simultáneamente, el Centro Socialista Obrero abrió centros socialistas revolucionarios en Barracas, Balvanera (entre quienes estaba el químico paraguayo Ovidio Rebaudi), Córdoba (en el que participaba Leopoldo Lugones), Tucumán, Quilmes, Tolosa y Bahía Blanca.[5]
Fundación
A fines de abril de 1894, tres de los cuatro grupos socialista más activos, Les Egaux, Fascio dei Lavoratori y la Agrupación Socialista, se reunieron para confederarse y formar el Partido Socialista Obrero Internacional (PSOI).[6] El Club Vorwärts también fue invitado, pero rehusó integrarse argumentando que mientras los inmigrantes no pudieran votar carecía de sentido formar un partido para actuar en la vida política de la Argentina.[6] De todos modos el Club Vorwärts se integró al partido pocos meses después, al igual que el Centro Socialista Universitario.[6]
El nuevo partido estableció un programa -redactado por Esteban Jimenez-, reproduciendo con algunas modificaciones los programas de los partidos socialistas europeos y estadounidense, y que desde ese momento serviría de base sustancial para los programas del socialismo argentino.[6] Básicamente el programa establecía:[6]
Legislación directa del pueblo: derecho de iniciativa y referéndum; revocación de mandatos; supresión de la presidencia; supresión del senado; gobierno por un cuerpo ejecutivo colegiado elegido por la Cámara de diputados; representación de las minorías; naturalización de los extranjeros; justicia gratuita; juicio por jurados; abolición de la pena de muerte; supresión del ejército y armamente del pueblo; separación de la iglesia y el Estado; autonomía municipal.
Jornada de trabajo de 8 horas, y de 6 horas para menores entre 14 y 16 años; prohibición del trabajo nocturno, salvo que sea indispensable para el bienestar general; descanso de un día semanal; salario mínimo vital; igual salario para hombres y mujeres; tribunales paritarios; responsabilidad patronal en los accidentes de trabajo; comisiones obreras para inspeccionar talleres; escuelas gratuitas profesionales y secundarias.
Educación laica, obligatoria y gratuita hasta los 14 años.
Anulación de las privatizaciones; abolición de los impuestos indirectos y establecimiento de los impuestos sobre la renta y la herencia; abolición del presupuesto clerical y confiscación de sus bienes; abolición de la deuda pública.
En 1895, a propuesta del grupo Les Egaux, se aprobó una carta orgánica y se eligió un Comité Central de quince miembros (tres por cada grupo), cuyo primer secretario general fue José Ingenieros.[6] Poco después, el 13 de octubre de ese año, se reunió la primera Convención del partido, que resolvió modificar el nombre por el de Partido Socialista Obrero Argentino (PSOA).[5]
El 8 de marzo de 1896 el PSOA se presentó por primera vez a elecciones en Buenos Aires, con una lista de parlamentarios integrada por Juan B. Justo, Adrián Patroni, Juan Scheafer, Germán Ave Lalleman y Gabriel Abad, obteniendo 138 votos, en una elección escandalosa y abiertamente fraudulenta, como era la característica de un régimen electoral basado en el voto cantado.[7]
El 28 y 29 de junio de 1896 se realizó por primera vez un Congreso, llevado adelante en el Club Vorwärts en Buenos Aires, ubicado en la calle Rincón 1141. Es considerado como el congreso constituyente o fundador del Partido Socialista de Argentina.[8]
El Congreso reunió a los representantes de 19 centros socialistas y 16 asociaciones sindicales:[9]
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El congreso confirmó el nombre de "Partido Socialista Obrero Argentino" (PSOA) -nombre que a principios del siglo XX se simplificaría sólo como "Partido Socialista" (PS)-, y aprobó también la Declaración de Principios, el Programa Mínomo y los Estatutos del partido. La Declaración de Principios venía siendo redactada por Juan B. Justo desde varios años antes y fue consultada incluso con Federico Engels, compañero de Carlos Marx.
El Partido Socialista, representado por sus delegados reunidos en Congreso, afirma:
Que la clase trabajadora es oprimida y explotada por la clase capitalista gobernante.
Que ésta dueña, como es de los medios de producción, y disponiendo de todas las fuerzas del Estado para defender sus privilegios, se apropia la mayor parte de lo que producen los trabajadores y les deja sólo lo que necesitan para seguir sirviendo en la producción.
Que por eso, mientras una minoría de parásitos vive en el lujo y la holgazanería, los que trabajan están siempre en la inseguridad y en la escasez, y muy comúnmente en la miseria.
Que en la República Argentina, a pesar de la gran extensión de tierra inexplotada, la apropiación individual de todo el suelo del país ha establecido de lleno las condiciones de la sociedad capitalista.
Que estas condiciones están agravadas por la ineptitud y rapacidad de la clase rica, y por la ignorancia del pueblo.
Que la clase rica, mientras conserve su libertad de acción, no hará sino explotar cada día más a los trabajadores, en lo que la ayudan la aplicación de las máquinas y la concentración de la riqueza.
Que, por consiguiente, o la clase obrera permanece inerte y es cada día más esclavizada, o se levanta para defender desde ya sus intereses inmediatos y preparar su emancipación del yugo capitalista.
Que no sólo la existencia material de la clase trabajadora exige que ella entre en acción, sino también los altos principios de derecho y justicia, incompatibles con el actual orden de cosas.
Que la libertad económica, base de toda otra libertad, no será alcanzada mientras que los trabajadores no sean dueños de los medios de producción.
Que la evolución económica determina la formación de organismos de producción y de cambio cada vez más grandes, en que grandes masas de trabajadores se habitúan a la división del trabajo y la cooperación.
Que así, al mismo tiempo que se aleja para los trabajadores toda posibilidad de propiedad privada de sus medios de trabajo, se forman los elementos materiales y las ideas necesarias para substituir al actual régimen capitalista con una sociedad en que la propiedad de los medios de producción sea colectiva o social, en que cada uno sea dueño del producto de su trabajo, y a la anarquía económica y al bajo egoísmo de la actualidad sucedan una organización científica de la producción y una elevada moral social.
Que esta revolución, resistida por la clase privilegiada, puede ser llevada a cabo por la fuerza del proletariado organizado.
Que mientras la burguesía respete los actuales derechos políticos y los amplíe por medio del sufragio universal, el uso de estos derechos y la organización de resistencia de la clase trabajadora serán los medios de agitación, propaganda y mejoramiento que servirán para preparar esa fuerza.[10]
El último párrafo, referido a la eventualidad de organizar o participar en una revolución generó varios debates internos, siendo suprimido primero y reemplazado después por otro texto que, sin adherir expresamente al uso de la violencia y las armas, daba a entender que las mismas podían resultar aceptables en ciertas condiciones, al utilizar la expresión "sin excluir en el último caso todo otro medio de acción que las circunstancias le aconsejen".[11]
El programa tomó en los sustancial el establecido en 1894, con varias precisiones, como el descanso semanal de 36 horas, la creación del fuero laboral; voto secreto y universal; así como la exclusión de varios de los puntos más radicales, como armar al pueblo, confiscar los bienes de la Iglesia, y abolir la deuda pública, o que requerían una reforma constitucional, como la supresión de la presidencia y el senado y el establecimiento de un sistema parlamentarista.[8]
Primeros años
El Partido Socialista buscó organizarse como el primer partido moderno de la Argentina, presentándose a sí mismo como la antítesis de lo que denominaba la "política criolla", encarnada en los conservadores y radicales de la UCR. Incluyó por primera vez la cuestión de la justicia social en la política argentina, llevando a la fundación del derecho del trabajo argentino. Impulsó la nacionalización de los inmigrantes con el fin de que adquirieran el derecho a votar.
En esos primeros años el PS actuaría a través del periódico La Vanguardia y de una serie de organizaciones sociales que fue creando como la Sociedad Obrera de Socorros Mutuos, en 1898, la Sociedad Luz, en 1899, y la Cooperativa El Hogar Obrero en 1905.[8]
El PS y sus afiliados otorgaron prioridad a la organización y dirección de los sindicatos, vinculando estrechamente la acción política y sindical. De esta manera socialistas y anarquistas se constituyeron en las dos corrientes mayoritarias del sindicalismo argentino. A principios de siglo XX, las confrontaciones entre socialistas y anarquistas sobre el mejor modo de organizar a los trabajadores, dificultó la actuación unitaria de los sindicatos, y llevó a la aparición de una tercera corriente sindical, desprendida del PS, que adoptó las ideas del sindicalismo revolucionario.
Las ideas políticas sostenidas por el PS se insertaban dentro de la línea de la búsqueda de establecer una sociedad socialista por vía democrática. Ello no impedía que las ideas de Carlos Marx tuvieran gran importancia en el PS, habiendo sido Juan B. Justo el primero en traducir al español su famoso libro maestro, El Capital, en tanto que la Declaración de Principios fue revisada por Federico Engels poco antes de morir.[12]
Entre los socialistas argentinos también fueron importantes las ideas del positivismo, a la que adhirieron claramente líderes como el propio Justo o José Ingenieros. Otros dirigentes, como Alfredo Palacios, el propio José Ingenieros y más adelante Manuel Ugarte y Mario Bravo, introdujeron el pensamiento nacionalista, latinoamericanista y antiimperialista; por su parte Enrique Del Valle Iberlucea, aportó un enfoque internacionalista; mientras que Alicia Moreau de Justo y otras dirigentes socialistas, le imprimieron contenidos feministas. El cooperativismo también fue un pensamiento muy presente en el PS desde su inicio, habiendo desempeñado un papel muy importante en la organización del movimiento cooperativista en la Argentina.
El Partido Autonomista Nacional (PAN) o roquismo, salvo excepciones,[13] consideró que los socialistas, al igual que los anarquistas y sindicalistas, constituían una amenaza social, y desde principios de siglo XX, llevó adelante una política de represión, muchas veces con resultados fatales. La política represiva tuvo su eje en la Ley Nº 4144 del 23 de noviembre de 1902, propuesta por la Unión Industrial Argentina y proyectada por el senador Miguel Cané, a la que se denominó "Ley de residencia", que permitía expulsar inmigrantes arbitrariamente, sin derecho a juicio. La Ley de Residencia fue completada más tarde con la Ley Nº 7029, denominada "Ley de Defensa Social".[5]
1903-1930: del primer representante al golpe de 1930 [editar]
En 1903 el PS obtuvo la elección de su primer representante, y al mismo tiempo el primer socialista de América en obtener un cargo representativo, al ser elegido Agustín Reynes como concejal en el Concejo Deliberante del municipio de San Nicolás, una ciudad mediana ubicada a 200 km de Buenos Aires.
Al año siguiente, en las elecciones del 13 de marzo de 1904, para renovar la Cámara de Diputados de la Nación, se aplicó el sistema electoral uninominal por circunscripciones, en las que fue elegido diputado nacional por La Boca el joven abogado Alfredo Palacios, quien se convirtió en el primer diputado socialista de América.
En el 7º Congreso de 1906, un grupo de sindicalistas, con el apoyo del secretario general Aquiles S. Lorenzo y entre quienes se encontraban militantes como Gabriela L. de Coni y Julio Arriaga, se separó del partido para dar origen a la corriente sindicalista revolucionaria, que tendría un importante desarrollo en el movimiento obrero argentino hasta 1945. Los sindicalistas revolucionarios cuestionaban la política del partido de formar sindicatos y una central de tendencia socialista (la UGT), sosteniendo que los sindicatos debían ser organizaciones unitarias de los trabajadores de todas las tendencias.[14]
En 1913, después de la aplicación de la Ley Sáenz Peña de voto secreto sancionada del año anterior, el Partido Socialista obtuvo cinco representantes en el Congreso de la Nación: Juan B. Justo, Alfredo Palacios, Mario Bravo, y Nicolás Repetto en la Cámara de Diputados, y Enrique Del Valle Iberlucea en la Cámara de Senadores.
En 1915 el PS expulsó al diputado Alfredo Palacios, debido a que se había batido a duelo, una tradicional costumbre argentina, prohibida por el estatuto interno del PS; Palacios regresaría en octubre de 1930.
Desde que el Partido Socialista se constituyó como agrupación política, sostiene dos programas: el "mínimo" y el "máximo". El primero de ellos es esencialmente reformista, mientras que el segundo expresaba el contenido revolucionario inspirado en Carlos Marx..No obstante, en el seno del partido, se inició un movimiento que se situó a la izquierda de la diligencia, reivindicando los postulados marxistas en contraposición con la conducción que adhería a las teorías de Bernstein (Social Democracia).
Este grupo tenía su base en el Centro de Estudios Carlos Marx, quien desde 1912 se opuso a los reformistas, iniciando una campaña de afirmación revolucionaria. Con ese fin publicó un periódico denominado "Palabra Socialista", desde donde se fustigó a las posiciones revisionistas. La guerra mundial de 1914-1918 contribuyó a profundizar esta división de hondas raíces ideológicas. El grupo más marxista, sostenía que la Guerra Mundial era de carácter interimperlaiista, y tenía como objetivo una redistribución colonial del mundo, mientras que la dirección del partido negaba que el conflicto tuviera características imperialistas, y expresaba sus simpatías por Francia y Gran Bretaña.
Esta lucha interna, que ponía cada vez mayor distancia entre los sectores antagónicos, hizo crisis en el Congreso Extraordinario realizado los días 28 y 29 de abril de 1917 en el Salón Verdí. con el objetivo de definir la posición del partido con respecto a la guerra mundial.
La izquierda marxista levantó la bandera del Internacionalismo proletario y revolucionario, y la lucha contra la guerra, proclamando el pacifismo. Al poco tiempo decidieron formar el Partido Socialista Internacional, entre cuyos primeros miembros se encontraban: Victorio Codovilla, Rodolfo Schmidt, José F. Grosso, Carlos Pasceil, José F. Penelón, Juan Greco, Juan Ferliní, Rodolfo Ghioldi, Aldo Cantoní, Emilio González Mellén, Augusto Khun, etc. La evolución posterior de esta nueva agrupación desembocó en la formación del Partido Comunista (Se ha sostenido reiteradamente que la división socialista de 1917 responde a la influencia de la Revolución Rusa, y a las diferencias en el método para la conquista del poder)
La década de 1920 marcó la consolidación de un sector dentro del partido que propugnaba una convergencia con los conservadores. Este grupo se colocó a la derecha de la conducción socialista, y pese a sostener el mismo programa "mínimo" del partido tradicional, en la práctica sus puntos de vista no se diferenciaban del pensamiento conservador.
Sus inspiradores principales fueron Antonio de Tomaso y Federico Pinedo, quienes produjeron la división en 1927 fundando el Partido Socialista independiente en 1928. La nueva agrupación atrajo de inmediato el apoyo de la prensa y del antiyrigoyenismo de la Capital Federal, lo que le procuró el triunfo electoral sobre el socialismo tradicional y los radicales. En 1931 integraron la Concordancia, junto a los conservadores y radicales antipersonalistas, que sostuvo la fórmula Agustín P. Justo y Julio A. Roca (h) y se impuso por medio del fraude en las elecciones del 8de noviembre. Antonio de Tomaso se convirtió en el flamante ministro de Agricultura del presidente Justo. Más adelante, Federico Pinedo, ocupó la cartera de Hacienda. Después de las elecciones de 1931, los socialistas independientes desaparecieron como partido y sus miembros quedaron integrados con el régimen gobernante.
La década infame (1930-1943) [editar]
Durante la década del '30 se destacaron algunos parlamentarios socialistas, que como Alfredo Palacios desarrollaron una acción eficaz en el Congreso de la Nación. Sin embargo las divisiones que sufrió el partido a lo largo de sus primeros cuarenta. años, le hicieron perder la posibilidad de constituirse en la vanguardia de la clase obrera, sobre todo de la que a fines de la década del 30 afluía a Bs. As. desde el interior. Esta situación fue comprendida por un grupo cada vez más numeroso de afiliados, que comenzó a evolucionar hacia posiciones más izquierdistas.
Este movimiento se fue solidificando en Capital Federal, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos y San Juan. Pero, aunque el nuevo giro hacia la izquierda aglutinó el descontento que existía en las filas socialistas frente al conformismo de la conducción, no logró formar un movimiento homogéneo que respondiera a concepciones bien definidas. No obstante, en el Congreso realizado en Santa Fe en abril de 1934, este sector demostró su combatividad, y aunque no se impuso, logró casi el cuarenta por ciento de los votos a favor de su posición.
Este Congreso determinó una nueva división y la formación del Partido Socialista Obrero, el que comenzó su actuación a principios de la segunda mitad de la década del '30. Pero la falta de homogeneidad, señalada más arriba, hizo que en la nueva agrupación se presentaran diversidad de criterios. Mientras que en algunas provincias como Mendoza, los socialistas obreros trabajaban en colaboración con los comunistas, en otras adoptaron posiciones resueltamente anticomunistas.
Estas diferencias determinaron que el nuevo partido se disolviera a principios de los años 40, y sus miembros se integraran a las filas comunistas en algunos casos, y en otros, reingresaran al Partido Socialista.
En el proceso previo a las elecciones generales de 1946, algunos dirigentes obreros de extracción socialista se agruparon alrededor de Perón, y le ayudaron. a formar el movimiento que lo llevó al poder en las elecciones del 24 de febrero. En esta oportunidad el Partido Socialista integró la Unión Democrática, junto con los radicales, los comunistas y la democracia progresista.
Durante los primeros gobiernos peronistas, muchos grupos de izquierda sostuvieron que la base del justicialismo era ampliamente popular, y por lo tanto no se lo podía enfrentar, sino que se debía realizar una apertura hacia él y ubicarse en un apoyo critico. En esta posición se ubicaron algunos sectores del trotskismo y de la izquierda Independiente. Esta misma concepción fue sostenida por un dirigente tradicional del Partido Socialista, Enrique Dickman, quien en 1952, al no poder orientar a la agrupación en esa línea, formó el Partido Socialista de la Revolución Nacional (PSRN) que fue integrado por algunos militantes tradicionales, y recibió apoyo de la izquierda independiente.
Desde su fundación, siempre existió en el Partido Socialista un ala izquierda que pretendió ubicarlo más cerca del programa "máximo" que alguna vez se formuló, y también siempre existió una línea más moderada. Esta situación se exteriorizó en 1958, cuando se enfrentaron ambos grupos,: Alfredo Palacios, José Luis Romero, Ramón A. Mufliz, Carlos Sánchez Víamonte, Abel A. Lathendorff, David Tieffenberg, Alicia Moreau de Justo y Emilio Carreira. Y el sector más moderado en el que se ubicaron Juan Antonio Solarí, Américo Ghioidi, Nicolás Repetto, Jacinto Oddone y Teodoro Bronziní, entre otros.
En el Congreso celebrado en Rosario en 1958, se produjo la división del partido, conservando las dos nuevas agrupaciones el nombre Socialista, diferenciándose en que el ala izquierda funcionó con el agregado de "Secretaria Muñiz" mientras que el ala derecha usaba el de "Secretaria Solari". Más tarde, la Secretaria "Muñiz" adoptó el nombre de Partido Socialista Argentino, en tanto que la Secretaria "Solari" pasó a llamarse Partido Socialista Democrático.
Después de las elecciones parciales de 1961, en las que Alfredo L. Palacios fue elegido Senador Nacional por la Capital Federal, un grupo que evolucionó aún más hacia la izquierda, formó el Partido Socialista de Vanguardia, que luego se denominó Vanguardia Comunista, agrupación que se disgregó posteriormente, pasando algunos de sus miembros a integrar el Partido Comunista, y otros el peronismo de izquierda.
En las elecciones generales de 1973, un grupo de afiliados del socialismo argentino constituyó el Movimiento Socialista de Liberarión Nacional, que apoyó al FREJULI. Posteriormente, surgió una nueva división de este último movimiento, el Partido Socialista Unificado, cuya secretaria general ejerció Simón Lazara.
El Socialismo Argentino, tuvo que suprimir el aditamento "Argentino" por prohibición de la ley 19.102, y en las elecciones de 1973 se presentó con el nombre de Partido Socialista de los Trabajadores, con la fórmula Juan Carlos Coral-Nora Ciaponi, que obtuvo 73.796 votos; El Partido Socialista Democrático Sostuvo la fórmula Américo Ghioldi-René Balestra que logró 109.068 sufragios.
Después de las elecciones de 1973, un grupo de dirigentes, formó la Confederación Socialista, en la que milito Alicia Moreau de Justo y que tenia como objetivo reunificar a las distintas ramas del socialismo.
Con el advenimiento de la democrática, el único partido heredero del viejo tronco socialista que logro reconstruirse en el orden nacional fue el Partido Socialista Democrático. Las nuevas generaciones de este, impulsaron un amplio debate interno que culmino en 1985 con la reforma de su carta Orgánica, permitiendo institucionalmente la conformación de Agrupaciones internas dentro del Partido Socialista Democrático, y la representación proporcionar en todos los cargos directivos y electivos. Esta Practica permitió que los grupos socialistas dispersos, pudieran reincorporarse en el PSD, como fue el caso de la Confederación Socialista que lideraba Alicia Moreau de Justo, y otros grupos del antiguo socialismo argentino.
El peronismo (1943-1955)
Durante el gobierno peronista (1945-1955) el socialismo sufrió un retroceso histórico. Por un lado parte del ideario socialista fue tomado por Perón para organizar su movimiento, al que adhirieron la mayoría de los trabajadores. Por otro lado, el Partido Socialista adoptó una clara posición opositora al peronismo desde sus orígenes y formó parte en 1945 de la alianza antiperonista Unión Democrática, que contaba con el apoyo de las clases medias y altas y del embajador norteamericano en Argentina. Adicionalmente muchos dirigentes sindicales socialistas se sumaron a las filas del peronismo, como Ángel Borlenghi, quien fuera secretario general de la CGT socialista y llegará a ser el segundo hombre en importancia del gobierno peronista. Finalmente, la mayoría de los dirigentes sindicales socialistas contrarios al peronismo, fueron desplazados de los sindicatos, debido al creciente surgimiento del peronismo.
División y decadencia (1955-1976)
En la "Revolución Libertadora" (1955-1958), denominación del régimen militar que derrocó al gobierno peronista, el Partido Socialista estuvo representado en la Junta Consultiva por Alicia Moreau de Justo, Américo Ghioldi, Ramón Muñiz y Nicolás Repetto, junto a representantes de otros partidos políticos. Este hecho produjo un quiebre debido al rechazo de una parte de los dirigentes socialistas, con Alfredo Bravo a la cabeza, opuestos a colaborar con un gobierno de facto. En 1958 el Partido Socialista se divide en dos: el Partido Socialista Argentino (PSA), con una orientación más izquierdista, y el Partido Socialista Democrático (PSD) con una posición marcadamente antiperonista.
En la década de 1960 sectores castristas y trotskistas se separaron del PSA; algunos se sumaron al peronismo revolucionario y otros terminaron fundando los primeros partidos trotskistas. En 1963, un grupo de dirigentes estudiantiles entre los que se encontraban Guillermo Estévez Boero y Marcos Rosa, fundaron el Movimiento Nacional Reformista (MNR), que luego se convertirá en el brazo universitario del socialismo Popular, y que a partir de entonces será una de las grandes organizaciones estudiantiles de Argentina dirigiendo la poderosa FUA (Federación Universitaria Argentina) en reiteradas oportunidades. En 1960 Alfredo Palacios (PSA) es elegido Senador Nacional por la Ciudad de Buenos Aires y en 1963 Diputado Nacional. Luego de su muerte en 1965 no volverá a ser elegido ningún parlamentario socialista hasta 1987.
En 1971 el MNR llega por primera vez a conducir la FUA, situación que se reiterará en varias oportunidades en durante las siguientes décadas. En 1972 el PSA se fusiona con el MAPA dirigido por Guillermo Estévez Boero, y otros grupos socialistas, para fundar el Partido Socialista Popular.
Las décadas de 1970 y 1980 vieron a un socialismo dividido y débil.
El Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983)
Durante la dictadura de 1976-1983, comúnmente llamada "el proceso", el PSP mantiene una actitud opositora al régimen, en tanto que la conducción del PSD mantuvo una posición de apoyo a la dictadura militar, siendo su secretario general, Américo Ghioldi, embajador en Portugal.
Del alfonsinismo a La Alianza (1983-2001)
En 1983 el doctor Aldo Luis Arrighi (PSD) gana las elecciones municipales en la ciudad bonaerense de Zárate y se queda con la intendencia hasta 1995. La gestión de Arrighi logrará grandes cambios que fueron significativos hasta estos tiempos. En el 2007, después de 12 años sin gobernar, el socialismo retorna al gobierno de la mano de Osvaldo Cáffaro, un maestro mayor de obras que fue funcionario en la gestion de Arrighi.
En 1987 Guillermo Estévez Boero (PSP) es elegido diputado nacional por Santa Fe, constituyéndose en el primer parlamantario socialista después de la muerte de Alfredo Palacios en 1965.
En 1989 el PSP gana la segunda ciudad del país, Rosario, y la gobernará ininterrumpidamente desde entonces a través de los intendentes Héctor Cavallero (1989-1995), Hermes Binner (1995-2003) y Miguel Lifschitz (2003-2011).
La ultima división del Partido Socialista Popular, fue en 1995 cuando una parte importante de este partido encabezados por el Intendente Héctor Cavallero, decidió su alianza con el entonces presidente Carlos Saúl Menem (PJ).Presidente este, que dispuso los indultos para los militares culpables del mayor genocidio que recuerde la República Argentina.
Con la vuelta a la democracia, el PSD y el PSP confluyeron en varias de las alianzas de centroizquierda que se sucedieron: con el Partido Intransigente, el Frente Grande, el Frepaso y por último, la Alianza. Estas alianzas acercaron a ambos partidos y, una vez descartado el método aliancista, los convencieron de un desarrollo autónomo.
Reunificación
Esto se verificó en 2002 cuando ambos partidos (el PSD y el PSP) se fusionaron en el actual Partido Socialista. Sin formar parte de la fusión, se mantuvo autónomo el Partido Socialista Auténtico, integrando el Proyecto Sur, liderado por el cineasta Fernando "Pino" Solanas.
En la actualidad el Partido Socialista ocupa un lugar relevante en la provincia de Santa Fe, tercer distrito electoral del país, donde gobierna desde 1989 la ciudad de Rosario. En el nivel nacional cuenta con escasos pero creciente número de diputados.
En las elecciones legislativas de 2005 el PS, integrando la alianza con la Unión Civica Radical, el Partido Comunista, y el PDP, (el Frente Progresista, Cívico y Social) ganó en el distrito de Santa Fe, promoviendo a Hermes Binner, ex intendente de Rosario.
En las elecciones provinciales de Santa Fe de 2007, Binner llega a la Gobernación como candidato del Frente Progresista, Cívico y Social, incorporando al mismo al ARI, al vencer al oficialista Rafael Bielsa, poniendo fin a 24 años de gobernadores justicialistas en la provincia. De esta manera, Hermes Binner se convierte en el primer gobernador socialista de la República Argentina.
En las elecciones Nacionales de Octubre de 2007 el Partido Socialista de la Provincia de Entre Ríos, logra colocar por primera vez en su historia a un diputado en el Congreso Nacional: el Ing. Lisandro Viale.
Con un escenario dividido entre dos candidatos justicialistas (Omar Bernues - iba por la reeleccion- y Abel Furlan), el socialista Osvaldo Cáffaro encabezó un frente de oposicion compuesto por el ARI y la UCR llamado Acuerdo Cívico Social que triunfó el 28 de octubre de 2007 contra todos los pronósticos y sin aparato clientelista obteniendo la comuna de Zárate.
Tras la intervención de la capital de la provincia de La Pampa, Santa Rosa, se realizaron elecciones para intendente y concejales el 31 de agosto de 2008. La lista ganadora fue un frente entre radicales y socialista, resultando intendente electo Francisco Torroba (UCR) y viceintendente Guillermo Di Liscia (PS) quien presidirá el nuevo cuerpo del concejo deliberante.
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